Durante esta pandemia nos dimos cuenta de que a pesar de la buena o mala educación que hemos recibido en la vida, hacíamos nuestras actividades de manera imprudente, nos aglomerábamos, comíamos en la calle, tocábamos superficies sin lavarnos las manos, tosíamos y estornudábamos sin tener consideración de la persona que teníamos a un lado. Aprendimos que no basta la riqueza y el poder de los países en el mundo para estar protegido contra los nuevos patógenos, y que las malas intervenciones de los gobiernos pueden tener consecuencias nefastas sobre la población. Aprendimos a extrañar las horas incansables de clases en la presencialidad, las horas de trabajo, en pocas palabras, a extrañar nuestra rutina. Aprendimos a valorar a nuestros seres queridos cuando antes estábamos hartos de tantos abrazos y besos, y que en caso de que uno de ellos ingresara al hospital, era mejor despedirse a tiempo que no despedirse nunca, puesto que nos lo regresarían en cenizas. Y aquí es cuando todo lo que nos rodea nos descubre su valor; la importancia del aquí y ahora.

Los sueños de los niños se hacen visibles en los dibujos.

En el marco del día mundial de los colores solidarios, participamos en el concurso de Staedtler con los niños. Se les pidí que dibujaran sus ideas sobre el tema de la naturaleza. Se suponía que era un dibujo libre y les dimos tiempo suficiente para completar su trabajo. De este modo, pudieron expresarse libremente sobre el tema. Salieron muchos dibujos imaginativos. Aunque no ganamos ningún premio, los niños disfrutaron poniendo en práctica sus ideas.

Estas son algunas de las obras de arte:

[Show as slideshow]

Enlace a la página web del día mundial de los colores solidarios.